La Blest Machine

Desde la aparición del plástico a principios del siglo XX se ha hecho cada vez más necesario en la vida cotidiana, a pesar de que su utilización representa un alto riesgo para el medio ambiente, ya que son difícilmente biodegradables, por ejemplo, una bolsa de plástico tarda unos 500 años en degradarse totalmente. Además de contaminar la atmósfera y el subsuelo por los aditivos que contiene provoca un impacto visual, por ello, es necesario reutilizarlos y reciclarlos. El problema surge con los que no pueden reciclarse.

Afortunadamente existe solución para este problema ya que el científico japonés, Akinori Ito ha inventado la primera máquina de uso doméstico (aunque en Washington D.C. se están haciendo investigaciones con una de mayor escala) que funciona con polipropileno, polietileno y poliestireno y que funde el plástico y condensa los vapores hasta conseguir petróleo crudo, que puede ser utilizado de diversas maneras para obtener energía o calor, resolviendo así uno de los problemas ecológicos mas graves en la actualidad. Con este nuevo método se puede transformar un kilogramo de bolsas de plástico en un cuarto de petróleo utilizando un kilovatio-hora de energía, reduciéndose al mismo tiempo las emisiones contaminantes a la atmósfera.

COMENTARIO:

Gran parte de las personas ya recicla, sin embargo, muchas otras siguen sin colaborar con el medio ambiente, por lo tanto se han tenido que tomar serias medidas para reducir el consumo de plástico. En muchas empresas de supermercados ya se cobran las bolsas plásticas con la finalidad de disminuir la utilización de las mismas o bien reutilizarlas. Gracias a este nuevo invento se podrán solucionar muchos de los problemas de impacto medioambiental que persisten en el planeta, ya que a pesar de que no afecta a la salud, no genera residuos sólidos ni cenizas, al mismo tiempo que elimina las toneladas de plástico amontonadas en los vertederos. El único inconveniente es que su instalación (en el caso de la de mayor tamaño) requiere de una elevada inversión económica.

Ainhoa Delgado y Ubaldina de Paz Mora 2º Bachillerato A